Queridos hermanos de todo el Universo, el principio de año es motivo de estímulo para dar rienda suelta a la renovación de objetivos. Es claro que la tendencia de nuestras metas está retomando nuevos bríos para ir a nuestro interior, y no dejamos de observar que Kronos nos tiene en este plano terrenal una dosis que nos hace vislumbrar con un sin fin de ejemplos, que todo lo que deseamos lo debemos aprender, fabricar, expresar en el presente, aquí y ahora. No es suficiente un buen deseo.

Sabemos de la existencia de nuestras herramientas, y planeamos tanto que en no pocas ocasiones, dejamos de disfrutar los beneficios del deber cumplido porque el vínculo entre nuestro trabajo y el objetivo se pierde de vista.

Programemos el reencuentro con nuestra CONCIENCIA, la masonería al igual que el Gran Arquitecto del Universo, no nos exigen nada y lo tienen todo.

En el mundo profano tenemos un ejemplo, cuando se habla de que se está abatiendo la pobreza, hay quienes pensamos que con el simple hecho de resolver las demandas económicas dejamos de ser pobres, sin embargo, que sucede con la pobreza en salud, en cultura, en la lectura, en el servicio a los demás, en promover mejoras en cualquier ámbito, en beneficiar a nuestro país… en el amor.

Queridos Hermanos, es aquí en la reflexión donde podemos ponerle ruedas a nuestros programas, a nuestros proyectos. Aprovechemos esta oportunidad y decidamos internamente, qué deseamos obtener de nuestro trabajo, de nuestra inversión de tiempo, y porqué no decirlo de nuestro dinero y aún más, de la sublime oportunidad de aprovechar el conocimiento y la presencia de nuestros maestros. Paz.